loader image

#CADENCIAINVERTIDA: El Gloria al bravo pueblo y su karma camaleónico

CADENCIA INVERTIDA, Dimes y diretes de la historia de la música

En esta entrega:

El Gloria al bravo pueblo y su karma camaleónico 

 

  • Sería ingenuo pensar que un hallazgo científico incuestionable, capaz de zanjar todas las interrogantes asociadas al Gloria al Bravo Pueblo, pueda aparecer en el futuro. Lo que sí, probablemente, seguirán descubriéndose evidencias parciales que, de forma involuntaria, continuarán avivando la llama de una duda histórica que ha subsistido entre nosotros por más de dos siglos.
  •  A pesar de que en el año de 1914 se celebró, oficialmente y con bombos y platillos, el centenario del Gloria al Bravo Pueblo, entre las efemérides que los venezolanos hoy podemos dar por verídicas está la fecha de creación de la obra. La Canción Patriótica Gloria al Bravo Pueblo debe haber sido la primera consecuencia cultural de los hechos del 19 de abril de 1810, y muy probablemente, de usarse una figura contemporánea, habría constituido un hecho viral para mayo de ese mismo año.
  •  El Gloria al Bravo Pueblo no fue la primera canción patriótica gestada en la Provincia de Venezuela. Más de una década antes de su creación (1797) se divulgaron dos extraordinarios testimonios musicales de la revuelta de Manuel Gual y José María España: la Carmañola Americana, versión local de la célebre Carmagnole de la Revolución Francesa (la cual había sido usada, inclusive, como canción de ejecución sumaria durante los días del Reino del Terror) y la notable Canción Americana, obra que bien podría tener la misma paternidad que el Gloria al Bravo Pueblo.
  • Aunque compuesto durante los albores del Romanticismo, nuestro Gloria al Bravo Pueblo es una pieza musical de estructura Clásica, sin atisbo alguno de lo que se entendería como Estilo Criollo a partir de unas cinco décadas más tarde. Sin embargo, su enorme popularidad ha logrado mantenerse vigente sin pausa alguna. Vale la pena notar que, a finales del siglo XIX, el Gloria al Bravo Pueblo se bailaba a ritmo de Polka y de Danza Criolla (Merengue), sin que eso perturbase el enorme estatus patrimonial que para entonces había adquirido.
  •  Las primeras huellas de la existencia del Gloria al Bravo Pueblo comienzan a aparecer en julio de 1810 (informe del Intendente realista Don Vicente Basadre, redactado en Cádiz, España). Para junio de 1811 se constata la condición viral de la canción a través de una entrada en el diario del Canónigo José Cortés de Madariaga, redactada, nada menos, que en el lejano río Meta.
  •  A pesar de que, como veremos, el Gloria al Bravo Pueblo (al igual que nuestra Acta Solemne de Independencia) sustenta prácticamente toda su argumentación en un rechazo absoluto a la dominación francesa de la península ibérica y sus provincias americanas, a partir de 1840 la canción comienza a ser conocida como Marsellesa Venezolana, calificativo que llevaría consigo durante el resto del siglo XIX y parte del XX.
  •  La partitura manuscrita más antigua que se conserva del Gloria al Bravo Pueblo es de c.1840 y se trata de un arreglo instrumental que no indica autoría. Posiblemente habrán existido varios arreglos musicales de nivel profesional dada la popularidad creciente de la canción y su figuración cada vez más frecuente en hechos sociales, políticos y culturales de la naciente república.
  • Los versos del Gloria al Bravo Pueblo aparecen publicados por primera vez en la prensa venezolana el año de 1868 (El Federalista). La insólita estrofa perdida de la canción reza sin tapujos: 

Pensaba en su trono que el ardid ganó,

darnos duras leyes el usurpador.

Previó sus cautelas nuestro corazón

y a su inicuo fraude opuso el valor.

No serían estas las únicas palabras que se le sustraerían a la emblemática Canción Patriótica.  Las mismas dejan absolutamente claro que, hasta ese momento, la pieza centra su atención en la invasión napoleónica de la península ibérica.

 

  • Las “pugnas” entre los binomios compositivos (Gallardo/Salias, Gallardo/Bello, Landaeta/Salias) comienzan surgir entre la población, particularmente entre nuestros intelectuales e historiadores a partir de 1865 y no se han detenido hasta el sol de hoy.
  •  Debido a una larga historia de ediciones que, aunque anunciadas en prensa en su momento, no han podido ser localizadas, el documento editorial más contundente que se conoce es la célebre y hermosísima edición francesa del semanario El Americano (16 de febrero de 1874), la cual declara sin amagues como autores a Lino Gallardo (música) y Andrés Bello (versos). Fue publicada por el periodista y político argentino Héctor Florencio Varela, comisionado especial en Francia del gobierno de Antonio Guzmán Blanco.
  •  El Ilustre Americano decreta al Gloria al Bravo Pueblo como Himno Nacional el año de 1881. A partir de entonces se oficializa (a dedo) la autoría de Juan José Landaeta y Vicente Salias, siendo esta refrendada (subjetivamente) por grandes intelectuales de la época como Ramón de la Plaza, Salvador Narciso Llamozas y Juan Vicente González, entre otros.
  •  Intelectuales e investigadores como Julio Calcaño, José Antonio Calcaño, Tulio Febres Cordero y Eloy Guillermo González defendieron a ultranza los argumentos que sustentaban la muy probable paternidad de Gallardo (autor de la anteriormente mencionada Canción Americana) y Bello (único intelectual venezolano de tiempos de la independencia con una visión tan holística como la que plantea el Gloria al Bravo Pueblo). Sin embargo, su condición de “héroes caídos”, en el sentido más subjetivo y romántico de la palabra, de la independencia venezolana prácticamente los excluía de la toma de decisiones.
  •  Nuestro Gloria al Bravo Pueblo continuará, erguido y firme, su caminar polémico a través de la historia contemporánea venezolana. Por eso, mejor que preocuparnos por las irresolubles interrogantes cosechadas a lo largo de más de 210 años de vida, vale la pena constatar que nuestro hermoso emblema sonoro proviene de una notable Canción Bi-Patriótica (el único caso que conozco) creada en una pequeña provincia española por visionarios de alcance planetario. Algo que sí no puede quedar en duda es que nosotros, los Hijos de Colón, como nos define el Gloria al Bravo Pueblo original, arrullamos a los niños con el Himno Nacional, como dijo acertadamente la gran Conny Méndez.

 

Autor
Bartolomé Díaz Sahagún

Músico. Guitarrista especializado en la interpretación histórica. Director musical y Productor. Actualmente, Director de Cultura de la Universidad Metropolitana (UNIMET)

Bartolomé Díaz Sahagún

Músico. Guitarrista especializado en la interpretación histórica. Director musical y Productor. Actualmente, Director de Cultura de la Universidad Metropolitana (UNIMET)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

X